La tristeza se ha apoderado un poquito de los corazones de casi todo el mundo estos últimos días por el abandono prematuro del Rey del Pop a nuestras vidas. Habrá quienes tengan mas razones para llorar, otros nadarán en el desconcierto (como yo) y otros se descubrirán ineherentes a tal personaje. Habrá quienes posean un gran peso específico de la presencia de Michael como influencia en sus aspiraciones y quienes la importancia de su existencia está estrechamente relacionada con su propio devenir.
No es raro repetir que muchos de nosotros llevamos un pedacito de su música o sus bailes dentro, independientemente de la profesión que tengamos. El legado musical, videográfico, coreográfico y artístico en general que nos deja es comparable al de Hitchcock en el cine, una persona que nos descubrió otra manera de ver el celuloide, Michael nos descubrió otra manera de ver la música. Inspiración pura.
Hay quienes piensan que tras sus problemas de salud y sus litigios con la justicia sobre temas escabrosos de su vida privada, que le han apartado de la élite discográfica, que forma parte de él por autonomasia, que lo mejor que le ha podido pasar es morirse para de esta manera convertirse en un mito (algo que ya era de vivo) y conseguir aquello que toda estrella desea incansablemente como parte de la mentalidad que envuelve a los artistas: la idea de inmortalidad, perdurar en el tiempo. Todos recordamos a James Dean por un puñadito de films, o a Marilyn por juguetaer con la desfachatez en tiempos muy dogmáticos, dejandonos muy tempranamente. Quien sabe lo que los años robados hubieran deparado en sus vidas, quizás un desacierto inoportuno les hubiera avocado a unas circunstancias muy diferentes, dejando la posible reacción mitificadora en un chiste.
Puede que MJ nos haya dejado en el momento mas oportuno para lograr que le recordemos siempre, para convertirse en ese mito al que ahora todos echaremos de menos, pero por la misma razón respondo que nunca deberíamos permitirnos creer esto, pues alguien tan grande no debería ser inmortal a través de la mitificación, sino por el ritual de vida eterna que concede el Dios todopoderoso a los elegidos. Pero descartando la Fantasía nos quedamos solo con lo primero, la solución pasa por la alusión. Dios se eligió a si mismo a base de escribir sobre él, hablar sobre él, aprender de él, crear en su nombre, etc. Por mi parte quedará constancia de su influencia en mí, será un rasgo definitorio de algunas partes mías, y predicaré su iglesia hayá donde vaya.
Te recordaremos siempre...
...porque para eso existe el video y la radio.
Y aún hay quienes aprovechan esta circunstancia irrevocable para hacer caja de sus presuntos infortunios... ¡¡¡que vergüenza!!!
Joeman